Una visita al Maestro
Un turista norteamericano fue a visitar a un maestro sufí.
Durante muchos años había oído hablar de él; se había enamorado de sus palabras, de su mensaje... Finalmente decidió ir a verlo.
Cuando entró en su habitación se quedó sorprendido;
¡la habitación estaba completamente vacía!
El maestro estaba sentado; ¡no había ningún mueble!
El norteamericano no podía concebir un lugar para vivir sin ningún mueble.
Enseguida le preguntó:
—Maestro ¿dónde están sus muebles?
Entonces el anciano sufí se rió y le respondió:
—Y ¿dónde están los tuyos?
El norteamericano contestó:
—Pero yo soy un turista. ¡No puedo cargar con mi mobiliario!
Entonces el anciano le dijo:
—Lo mismo me ocurre a mí, soy un turista que se encuentra de paso sólo por unos días, después me marcharé, al igual que tú te marcharás.