¡Ah, Xaro! Siempre es terrible la destrucción de la naturaleza. Y más terrible cuando el fuego es provocado intencionalmente o por descuido. Por aquí también tenemos (en épocas de sequía) este temible flagelo. Cuando es natural, es aceptable, pese al daño. Es parte de la propia naturaleza, tanto como el agua, con su escasez, a veces, y en otras sus desbordes. Estamos inmersos en esas fuerzas. Somos parte de ellas.
¡Ah, Xaro!
ResponderEliminarSiempre es terrible la destrucción de la naturaleza. Y más terrible cuando el fuego es provocado intencionalmente o por descuido.
Por aquí también tenemos (en épocas de sequía) este temible flagelo.
Cuando es natural, es aceptable, pese al daño. Es parte de la propia naturaleza, tanto como el agua, con su escasez, a veces, y en otras sus desbordes. Estamos inmersos en esas fuerzas. Somos parte de ellas.
Gracias, amiga.
Un beso.
Si es terrible Juan Carlos, si es provocado más aún...
EliminarUn abrazo amigo JC