¡Hermoso, Xaro! Un haiku más que merecido para ese olivo. Admirable ejemplar por su longevidad y su belleza. ¡Cuántas lluvias, cuántos soles y cuánta vida transcurrida por su tronco inmenso, desde las raíces hasta la última de sus hojas...! Cinco siglos de historia... nada menos.
Un haiku espléndido. Qué amalgama tan sugerente ese instante difuso del medir a ojo nada menos que quinientos años de portentosa presencia. Muy hermoso el olivo, y su momento.
Me gustan mucho tus Haikus Xaro La (éste del Olivo es muy bonito) y tu blog, así que te sigo.
ResponderEliminarSaludos,
Sandra
Muchas gracias Sandra, muy amable
EliminarUn abrazo primaveral
Muchas gracias Sandra, muy amable
EliminarUn abrazo primaveral
Otro para ti Xoro La !
Eliminar¡Hermoso, Xaro!
ResponderEliminarUn haiku más que merecido para ese olivo.
Admirable ejemplar por su longevidad y su belleza. ¡Cuántas lluvias, cuántos soles y cuánta vida transcurrida por su tronco inmenso, desde las raíces hasta la última de sus hojas...! Cinco siglos de historia... nada menos.
Gracias, amiga.
Un gran abrazo.
Gracias Juan Carlos, cuando me comentaron la edad me quedé de una pieza, pensé como tú, de cuantas y cuantas cosas, habrá sido testigo este olivo
EliminarUn abrazo querido amigo
los años marcan caracter y belleza, en la corteza y el tronco de este olivo.
ResponderEliminarun gran haiku: pocas palabras y un sentimiento bien reflejado.
un saludo
Gracias Merce, qué bonito lo has descrito
EliminarUn abrazo
En el me quedo Abrazada.
ResponderEliminarGracias.
Gracias Olga i Carles, abracémoslos!
EliminarUn abrazo
Un haiku espléndido. Qué amalgama tan sugerente ese instante difuso del medir a ojo nada menos que quinientos años de portentosa presencia.
ResponderEliminarMuy hermoso el olivo, y su momento.
Un abrazo grande
Gracias Félix, la grandiosidad del olivo, su energía ufff no te sé explicar...
EliminarUn abrazo grande